jueves, 13 de marzo de 2014

Romper la rutina sexual; El sexo con arnés erótico; El sexo LGBT

Si hoy un tema clave para mantener una buena calidad de vida sexual, ¿Cómo romper con la rutina sexual? Algo a tener en cuenta, no caer en dicha rutina ayudará a nuestra relación. El sexo con arnés erótico es el siguiente tema a tratar hoy y por último le dejamos un hueco para contar la historia y evolución de la homosexualidad.
Rompe tu rutina sexual. Dale un cambio a tus relaciones sexuales.
Cuando has estado en una relación durante mucho tiempo, la pasión se pierde por la simple razón que ambos saben lo que viene   y lo que harán. Puede ser el sexo más salvaje que alguien tenga, pero no importa: es el mismo que tuviste con tu pareja la última vez y hace dos años. Esto no implica que te importe menos tu compañero, o lo encuentres menos atractivo, solo necesitas romper el embrujo de “lo mismo de siempre, lo que quiere decir romper la rutina.
Disfrutar del Sexo con arnés erótico. Experiencia apta para todos los géneros
Los amantes de disfrutar con el sexo y todos los recursos que éste ofrece, no se paran ante el sexo heterosexual u homosexual. Su objetivo es dar rienda suelta a sus pasiones, gustos y morbo a partes iguales. El sexo en pareja está seguramente idealizado por la tradición occidental. Todavía en nuestra sociedad se tiene muy en cuenta la sexualidad en el seno de una pareja más o menos estable, hetero y que realizan prácticas conforme a esa condición.
Historia y evolución de la homosexualidad. SEXO LGBT
En la Antigüedad, cuando los seres humanos vivían la llamada época pagana donde los dioses se confundían con los humanos y adquirían formas mortales, el sexo no era tabú. Al contrario de lo que vino después con la Era Cristiana,  los hombres vivían la sexualidad sin tener en cuenta el género exclusivamente para la reproducción. El sexo entre hombres era práctica normal y aceptada y estaba al margen de lo que se denomina servir a la naturaleza para traer hijos al mundo. Se practicaba la homosexualidad y el mundo siguió adelante porque el instinto de la reproducción sigue intacto.


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